¿Qué es ETH o Ether? - Token Nativo de la Red Ethereum
Introducción
Ether (también llamado ETH o Ξ) es la criptomoneda nativa empleada por la red Ethereum para compensar a los mineros que, con su potencia computacional, procesan las transacciones de la plataforma y las registran en bloques. ETH comparte muchas de las propiedades de la red Ethereum: es resistente a la censura, seudónimo, no permisionado e interoperable con otras redes criptoeconómicas.
Como hemos explicado en el artículo dedicado a la historia de Ethereum, una actualización del protocolo planificada para el periodo 2020–2021 reemplazará el mecanismo de consenso Proof of Work por otro más eficiente en términos energéticos y computacionales, denominado Proof of Stake. En PoS, los mineros que verifican y registran las transacciones serán reemplazados por validadores (validators) -que también recibirán una compensación proporcional a su trabajo en ETH.
Si bien la función primaria de ether es la anteriormente descrita, con el tiempo ha ido desarrollando toda una serie de casos de uso nuevos, relacionados con sus características intrínsecas como "sound money" -es decir, como una forma de dinero fidedigna:
Reserva de Valor. Como activo productivo y escaso, ETH podría llegar a convertirse con el tiempo -en cuanto alcance una capitalización de mercado mayor y una menor volatilidad- en un buen depósito de valor similar al oro. Un caso de uso emergente relacionado con esta propiedad, es su función como colateral en numerosos protocolos del ecosistema DeFi.
Medio de Cambio. Su naturaleza digital, no permisionada y resistente a la censura -así como su alcance global-, lo convierten en un excelente medio de cambio. Entre los casos de uso relacionados con esta propiedad podemos citar las remesas internacionales o las transferencias locales en el seno de comunidades con un bajo nivel de penetración bancaria, así como los pagos por bienes y servicios en marketplaces digitales y Dapps -aplicaciones descentralizadas.
Unidad de Cuenta. Ether se ha convertido en par base de numerosos mercados de criptomonedas, tanto en exchanges centralizados como en DEXs. La mayoría de productos financieros ofrecidos por protocolos DeFi adoptan ETH -y la moneda estable DAI- como unidades de cuenta. Otro ejemplo de este fenómeno serían las ICOs -Initial Coin Offerings-, cuyo precio sería determinado en la mayoría de casos en ether.
Casos de Uso de ETH
Pago de las comisiones por uso de la red
Cada vez que se realiza cualquier tipo de transacción en la red Ethereum es necesario pagar una comisión en ETH. En alguna ocasión, se ha discutido la posibilidad de adoptar en la plataforma un sistema denominado “abstracción económica”, que permitiría aceptar el pago de las comisionesmediante cualquier token ERC-20. Pero el consenso imperante es que dicha medida afectaría a la seguridad de la red, dado que reduciría el valor de la criptomoneda nativa y, por lo tanto, el coste de realizar ataques exitosos contra la plataforma -no hay que olvidar que una vez adoptado el mecanismo de consenso Proof of Stake, la seguridad de la red se convierte en una función del valor de mercado de ETH.
El coste de las comisiones -transaction fees- que se han de pagar por las transacciones en la red Ethereum está vinculado al concepto de gas -que es la unidad que se utiliza para calcular la potencia computacional requerida para realizar cualquier tipo de operación en la plataforma. Los recursos computacionales de Ethereum son limitados, y como hemos explicado anteriormente, tanto mineros como validadores han de ser compensados económicamente por su trabajo -que no es otro que validar las transacciones y registrarlas en bloques. Dicha compensación se realiza mediante los block rewards -recompensas de bloque- y las ya mencionadas comisiones de transacción.
El coste de la comisión que un usuario deberá pagar por una transacción se obtiene multiplicando el gas limit -cantidad máxima de gas que está dispuesto a consumir por la operación- por el gas price -precio en Gwei por cada unidad de gas.
Un simple envío de ETH de una cuenta a otra tiene un coste de 21,000 gas. Si establecemos como precio del gas 2 Gwei, nos encontramos con una comisión de 42,000 Gwei o, lo que es lo mismo, 0.000042 ETH.
Reserva de Valor
Como hemos explicado en la introducción, el valor de ETH -divisa nativa de la red Ethereum- depende de un gran número de factores. Además de emplearse para pagar las comisiones por transacciones -en forma de Gas-, también puede usarse como reserva de valor -un ejemplo sería su función como colateral en multitud de protocolos DeFi como MakerDAO, Compound, Synthetix o Aave.
Es importante destacar que, además de un valor funcional, ETH tiene un valor especulativo derivado de actividades como el trading -en la actualidad, se considera que el precio de la mayoría de criptoactivos viene determinado, principalmente, por este factor. Todo el mundo recuerda lo ocurrido con las ICO en 2017, cuando algunas criptomonedas llegaron a incrementar 1.000.000% su valor en el marco de una vorágine especulativa. Este tipo de escenarios pueden ser positivos para el ecosistema general, en tanto atraen nuevo capital que puede ser reinvertido en desarrollos; pero también pueden ser perjudiciales para el sentimiento de mercado a corto plazo -al provocar burbujas que acaban por estallar.
La definición de ETH como reserva de valor está directamente vinculada a su rol como instrumento de incentivo económico del mecanismo de consenso de la red. En el caso de Proof of Work -sistema vigente en la actualidad-, los mineros compiten entre sí por encontrar bloques y ser recompensados por su trabajo mediante la moneda nativa de la plataforma. La revalorización de ETH, como es lógico, atrae más mineros, lo que a su vez incrementa la dificultad computacional de la red.
Como resultado, cada vez es más complicado encontrar un bloque, lo que conduce inevitablemente a la aparición de grandes instalaciones mineras conocidas como “mining farms” -esta circunstancia no se da sólo en Ethereum, sino que es característica de todas las redes Proof of Work que alcanzan cierto tamaño.
Por otro lado, los mineros particulares tienden a unirse a “pools” colectivas para incrementar sus posibilidades de obtener recompensas por su trabajo, lo que agrava la concentración de la potencia computacional de la red.
La función de ETH como reserva de valor también está ligada a la transición de la plataforma a Proof of Stake -Ethereum 2.0. Una vez adoptado este nuevo mecanismo de consenso, los usuarios podrán convertirse en validadores depositando 32 ethers en un smart contract -lo que les granjeará recompensas por sus labores de validación y registro de las transacciones.
Como consecuencia, es muy probable que una importante porción de la masa monetaria de ETH deje de circular, lo que tendrá un impacto positivo sobre el precio. A ello se suma la potencial adopción de un modelo de “quema de fees” en cada tracción, que junto a esquemas de tipo “slashing” -pérdida de parte de los fondos depositados si se intenta hacer trampas o atacar la red-, podrían reducir de forma drástica el circulante de ether. Todas estas condiciones podrían convertir a ETH en un activo productivo, y favorecer su uso como reserva de valor.
Es importante comprender que, bajo Proof of Stake, el coste de atacar la red estará directamente relacionado con el precio de mercado de ETH. Esto se debe a que, en lugar de usar dispositivos de minado intensivos -ASICS-, los validadores se limitarán a depositar en un contrato fondos -lo que llamamos stake- que se arriesgan a perder si actúan de forma maliciosa o negligente. Cuantos más validadores depositen sus fondos para proteger la red, más ether tendrá que comprar un actor malicioso en el mercado para conducir con éxito un ataque -lo que haría que se disparara el precio y resultara prohibitivamente cara una acción de este tipo.
En resumidas cuentes, podemos considerar que el papel de ETH como reserva de valor se ha visto determinado, en gran medida, por su relativa escasez, un incremento predecible de la masa monetaria y su inherente utilidad como principal instrumento de incentivo económico del mecanismo de consenso de la red.
Medio de Cambio
Para que un bien físico o digital pueda ser considerado dinero debe presentar cinco atributos distintivos: portabilidad, durabilidad, divisibilidad, fungibilidad y una historia consolidada.
ETH presenta un elevado grado de portabilidad y durabilidad -debido a su naturaleza digital-, es divisible -hasta 18 decimales-, pero su fungibilidad es limitada -los tokens son intercambiables entre sí, pero las cuentas/direcciones pueden ser incluidas en listas negras con facilidad.
Respecto a su historia, destacar que la plataforma de la que es token nativo -Ethereum- ha estado operativa desde 2015 y sigue consolidándose día a día. Su enorme resiliencia queda demostrada por su capacidad para sobrevivir a graves amenazas como el hackeo de THE DAO, los ataques DoS de Shanghai, así como a múltiples mercados bajistas.
Tal como hemos mencionado en la introducción, ETH ha demostrado ser un útil medio de cambio en escenarios en que existe un bajo nivel de penetración bancaria -por ejemplo, para el mercado de remesas internacionales. También se emplea para el pago de bienes o servicios en marketplaces digitales y Dapps -aunque en los últimos tiempos, ha de competir con populares monedas estables del ecosistema DeFi como DAI.
Unidad de Cuenta
Una unidad de cuenta es una medida consensuada entre los distintos actores de una economía, para determinar el valor monetario de los diversos bienes y servicios que la constituyen. Algunos de los escenarios en que ETH suele actuar como unidad de cuenta son:
Exchanges que lo utilizan como par base para el trading de otras criptomonedas.
Empresas que ponen en marcha una ICO para recaudar fondos y utilizan ETH como valor de referencia de los tokens emitidos.
Aplicaciones de tipo DeFi que usan ETH como reserva monetaria y determinan el coste de sus servicios o exigencias de colateral en base a ella.
Política Monetaria de ETH
La política monetaria de Ethereum designa la cantidad de nuevos ETH que la red pone en circulación cada año -lo que provoca un incremento de la masa monetaria total, y genera ciertas dinámicas de mercado que impactan sobre el precio del activo. En general, dicha política tiende a ser definida por la comunidad de usuarios de la plataforma como "emisión mínima necesaria para garantizar la seguridad de la red".
En la actualidad, predominan en el ámbito de las cripto dos aproximaciones divergentes en relación con la masa monetaria y emisión anual de una red blockchain: por un lado, la voluntad de optar por una masa monetaria total capada -sería el caso de Bitcoin, Litecoin o Decred-; y por el otro, la posibilidad de adoptar una tasa de emisión baja, predecible y difícil de alterar -como la planeada para Ethereum 2.0.
Cuando Ethereum 2.0 sea una realidad -y tanto la arquitectura sharding como el nuevo mecanismo de consenso Proof of Stake hayan sido implementados-, la seguridad de la red quedará garantizada por una tasa de emisión baja y preestablecida que se ocupará de recompensar a los nodos validadores por el trabajo computacional realizado. Si bien este pequeño incremento anual de la masa monetaria total de ETH -inflación- puede diluir el valor de los fondos de aquellos holders que no ejerzan de validadores, esto se compensará retirando de la circulación una parte considerable de los tokens -gracias al staking y varias aplicaciones de DeFi que requieren depositarlo como colateral- o destruyéndolos -mediante la quema de fees o mecanismos punitivos como el slashing.
A diferencia de Bitcoin, que establece a priori una masa monetaria máxima de 21M de unidades -confiando en que el incremento del precio de mercado de BTC y del volumen de las comisiones por transacción, compensarán la gradual reducción de los subsidios de bloque para los mineros-; Ethereum opta por un enfoque conservador en que la seguridad no se deja al albur del mercado -y para ello se establece una emisión dinámica capaz de adaptarse a escenarios cambiantes. Una política de emisión que se ve acompañada por mecanismos compensatorios que buscan contener la inflación, y que, en caso de resultar exitosos, podrían llegar a ser deflacionarios.
Características Generales
Como hemos explicado anteriormente, la base de la política monetaria actual de Ethereum está condicionada por las recompensas de bloque que el protocolo paga a los mineros por el trabajo computacional que realizan para garantizar la seguridad de la red. En la actualidad, con el mecanismo de consenso Proof of Work aún en vigor, la tasa de emisión monetaria anual de la red gira en torno al 4.5% -como resultado de los 2 ETH por bloque y 1.75 por uncle block, más comisiones, con que se recompensa a los mineros.
A diferencia de Bitcoin, Ethereum no tiene una Política Monetaria “oficial”. Lo que sí existe es un consenso en la comunidad, respecto a la necesidad de alcanzar un punto de equilibrio entre el mayor nivel de seguridad posible y la menor tasa de emisión efectiva de ETH -se trata de dos variables relacionadas, ya que cuando la plataforma transicione al mecanismo de consenso Proof of Stake, el coste de llevar a cabo un ataque exitoso será directamente proporcional al coste de mercado de ETH.
Partiendo de esta premisa básica, las distintas partes involucradas en el ecosistema hacen oír su voz durante el proceso de toma de decisiones que determina la cantidad de nuevas monedas que entra en circulación -y que, hasta la fecha, básicamente ha supuesto una reducción constante y progresiva de las recompensas de bloque y una menor tasa de emisión anual. Entre los stakeholders que participan en dicho proceso destacan los desarrolladores, los representantes de los distintos proyectos que han escogido Ethereum como base de sus Dapps y middleware protocols, mineros, inversores y los usuarios de la plataforma.
Dado que Ethereum es una red descentralizada, la Política Monetaria sólo puede ser actualizada con éxito si se alcanza un consenso abrumador entre los distintos gruposanteriormente citados. Es importante tener en cuenta que, a diferencia de proyectos como Tezos -en los que los mecanismos de gobernanza forman parte del código base del protocolo-, Ethereum se rige por un mecanismo de gobernanza off-chain -es decir, que el proceso de toma de decisiones no está formalizado y transcurre fuera de la plataforma, en el mundo real.
Para alguien no familiarizado con Ethereum, dicho proceso resultará extraño, difícil de comprender. La gobernanza del protocolo suele verse condicionada por factores un tanto ambiguos como, por ejemplo, el sentimiento de la comunidad, recogido a través de populares redes sociales como Twitter o Reddit. Puede parecer un sistema muy rudimentario y poco eficiente, pero grandes referentes del sector de las cripto -como Nick Szabo- consideran que la no formalización de los procesos de gobernanza de Bitcoin y Ethereum, es precisamente lo que impide que ambas plataformas sean capturadas por grupos de interés.
Evolución de la tasa de emisión de ETH
Masa monetaria inicial
Los participantes en la preventa de Ethereum, que tendría lugar entre el 22 de julio y el 2 de septiembre de 2014, adquirirían un total de 60 millones de Ether. Otros 12 millones se asignarían a un fondo de desarrollo, a repartir entre el grupo de contribuidores originales -como pago por su trabajo en la puesta en marcha de la plataforma- y la Ethereum Foundation -institución encargada de promover el posterior desarrollo y difusión del protocolo. Estos primeros 72 millones de tokens formarían parte de lo que se conoce como bloque génesis de Ethereum.
Reducción progresiva de la tasa de emisión
Los nodos mineros que se encargan de validar las transacciones e incluirlas en los nuevos bloques de Ethereum, son recompensados económicamente por su labor. Dicha recompensa consta de dos partes: por un lado las comisiones de las transacciones -pagadas por los emisores de las mismas, por lo que no amplían la masa monetaria de Ethereum-; y por el otro un subsidio en forma de tokens recién acuñados -denominado block reward, y que sí incrementa la masa monetaria de Ethereum.
A ello hay que sumar el hecho de que, a diferencia de lo que ocurre en Bitcoin, los mineros que encuentran uncle blocks -el equivalente en Ethereum de un orphan block- reciben aproximadamente un 75% de la recompensa de bloque en vigor. Esto también tendrá un impacto en el crecimiento de la masa monetaria de ETH.
A continuación, desglosamos de forma concisa las distintas etapas que han marcado la evolución de las recompensas de bloque en la red Ethereum:
Entre el bloque génesis y el bloque 4.369.999, el block reward sería de 5 Ether.
Entre el bloque 4.370.000 y el bloque 7.280.000, el block reward se vería reducido -tras la implementación del EIP-649- a 3 Ether.
Desde el bloque 7.280.000 hasta la actualidad, el block reward se vería nuevamente reducido, en esta ocasión a 2 Ether, tras la aprobación del EIP-1234.
Por lo tanto, para realizar un cálculo aproximado del incremento de la masa monetaria durante un intervalo de tiempo concreto, debemos multiplicar el block reward vigente entonces, por la cantidad de bloques creados en dicho periodo -Ethereum produce un nuevo bloque cada 15 segundos de media.
Acontecimientos que han impactado temporalmente sobre la tasa de emisión de ETH
Es necesario señalar, que también ha habido acontecimientos puntuales -algunos planificados y otros imprevistos- que han tenido un impacto notable sobre la masa monetaria total de Ether -ya sea acelerando o frenando el ritmo al que ésta crece.
En marzo de 2016, por ejemplo, el fork Homestead reduciría el intervalo de creación de bloques -lo que provocaría un incremento temporal de la tasa de emisión. Y a finales de ese mismo año, la red se vería sometida a una serie de ataques de tipo DDoS, lo que también elevaría temporalmente la tasa de emisión al incrementar la cantidad de uncle blocks.
A mediados de 2017, un mecanismo denominado “bomba de dificultad” se pondría en marcha, provocando un incremento de la dificultad de minado de los bloques -y por lo tanto, una reducción del ritmo de creación de los mismos. El resultado sería un dramático descenso de la tasa de emisión de nuevos ETH. A finales de ese año, la activación del fork Byzantium volvería a postergar la acción de la “bomba de dificultad”, y reduciría el subsidio de bloque de 5 a 3 ethers.
Transición a Proof of Stake
Como hemos comentado anteriormente, el advenimiento de Eth 2.0 supone la adopción de un mecanismo de consenso Proof of Stake, que permitirá una drástica reducción de la tasa de emisión de ETH. En lugar de compensar a los mineros por su trabajo mediante un subsidio de bloque -más las comisiones de las transacciones-, en Proof of Stake se premia a los validadores -nodos que depositan ETH como stake, y que cumplen las mismas funciones de validación y registro de las transacciones que antes realizaban los mineros. Proof of stake es un mecanismo de consenso más eficiente desde un punto de vista energético y computacional -incurre en menos costes y tiene un menor impacto ambiental-, por lo que el block reward necesario para garantizar el mismo nivel de seguridad en la red puede ser menor que en Proof of Work.
Para calcular la tasa de emisión en este nuevo escenario, se parte de una escala móvil que pone en relación la potencial cantidad total de ETH que los usuarios depositarán como stake, junto con el interés anual que dichos usuarios -validadores o stakers- recibirán. Partiendo de los parámetros técnicos descritas en el spec de Eth 2.0 más reciente, obtenemos las siguientes tasas de inflación y retorno, en base a la cantidad total de ETH que la red deposite como stake:
El despliegue de Eth 2.0 se producirá en tres fases: fase 0 -prevista para mediados de 2020-, fase 1 -prevista para principios de 2021- y fase 2 -prevista para finales de 2021 o principios de 2022.
Durante la fase 0, se producirá un ligero incremento de la tasa de emisión, como resultado del lanzamiento de la Beacon Chain -que en esta primera etapa, coexistirá con la antigua cadena Proof of Work.
Ya en la fase 2, la tasa de emisión de ETH experimentará un brusca caída como resultado del definitivo abandono de la cadena original Proof of Work. En este momento la inflación oficial de Ethereum se situará entre un 0,17% y un 1,56% anual -tal como se puede ver en el gráfico superior.
Sin embargo, mecanismos como el slashing -destrucción de parte del stake cuando un validador actúa de forma negligente o deshonesta- y la quema de las "comisiones de transacción" -propuesta por el EIP-1559- pueden reducir notablemente la inflación efectiva -incluso convertir a ETH en una moneda deflacionaria, sin dejar de garantizar la seguridad de la red.