¿Qué es la Enterprise Ethereum Alliance?

Introducción
Como su nombre indica, la Ethereum Enterprise Alliance (EEA) es una organización que conecta a grandes empresas, startups, instituciones académicas y proveedores de tecnología, y cuyo objetivo es impulsar la adopción de la tecnología blockchain de Ethereum como un estándar abierto a las necesidades de todos los actores corporativos. Entre sus funciones, podemos destacar el diseño y desarrollo de sistemas de software compatibles con el protocolo Ethereum, que sean aptos para entornos industriales -lo que conlleva gestionar operaciones de elevada complejidad, a un ritmo elevado.
Por lo tanto, vemos que los miembros corporativos de la EEA conforman una mezcla heterogénea: por un lado, auténticas multinacionales -busques insignia de sus respectivos sectores, como por ejemplo Microsoft, BP y JPMorgan-; y por el otro, pequeñas empresas -muchas startups.
La idea es que estos miembros/socios de la alianza ayuden a definir las bases para nuevos casos de uso industriales. Entre los ejemplos más destacados, encontramos sistemas de compensación y liquidación para operaciones bursátiles mucho más ágiles -y que pueden beneficiarse de los numerosos experimentos que se llevan a cabo dentro del ecosistema DeFi-, así como eficientes mecanismos de tracking para cadenas de suministro.
Contexto
Antes de entrar de lleno en la materia de este artículo, es importante hablar del contexto. Y cuando digo contexto, me refiero al estado de las relaciones entre el blockchain y el mundo de la empresa -unas relaciones que, hasta ahora, se han visto marcadas por una discreta penetración de esta novedosa tecnología como resultado de un auténtico divorcio filosófico.
En opinión de Joseph Lubin, uno de los cofundadores de la plataforma Ethereum, la actitud de las empresas respecto a la adopción de la tecnología blockchain replica lo ocurrido con Internet a mediados de la década de 1990 -lo que básicamente se traduce en programas de prueba provisionales y en contextos puramente privados.
Dos de los pilares fundacionales de la red Ethereum son la transparencia y la búsqueda de un sistema de autoridad descentralizada, ideales que, por lo general, chocan de lleno con la naturaleza actual de la mayoría de corporaciones -organizadas en gran medida como jerarquías verticales con mecanismos informativos de acceso permisionado.
La reconciliación técnica y operativa de ambas perspectivas -la de Ethereum, transparente y abierta; y la de las corporaciones tradicionales, opaca y compartimentada- requerirá, por consiguiente, enormes esfuerzos y una gran dosis de perseverancia.

¿Necesita Ethereum una alianza corporativa de este tipo?
Varias condiciones deben concurrir para que se produzca una efectiva adopción de la tecnología smart contract de Ethereum a nivel industrial/corporativo. En primer lugar, las prestaciones de la plataforma deben mejorar. No hablamos sólo de la seguridad -prerrequisito para cualquier aplicación empresarial-, sino también de la capacidad de procesar un gran número de transacciones por segundo -incrementar la tasa de transferencia efectiva, con mínimas contrapartidas que no socaven los beneficios de utilizar una blockchain frente a una base de datos tradicional.
Uno de los principales retos a que han de enfrentarse las compañías que desean adoptar la blockchain pública de Ethereum, es que gran parte de la información relativa a sus transacciones reside en bases de datos privadas que actúan como silos. Esto es un problema para un protocolo de consenso como Ethereum, en el que cada nodo debe replicar la información de la base de datos fuente para así verificar y validar futuras transacciones.
Diversos factores externos impactan en este sentido sobre el funcionamiento de la plataforma:
La latencia de la red: desde la fuente hasta cada nodo.
La integridad de los datos que serán transmitidos.
Por poner un ejemplo, problemas en la red pueden llevar a retrasos y provocar, en los nodos afectados, errores en los resultados de los procesos de computación -lo que a su vez puede conducir a la propagación de transacciones vacías en la blockchain.
Además de retos técnicos, se suma el hecho de que la mayor parte de gobiernos del mundo todavía no han establecido un marco normativo para la regulación de los smart contracts. Cuando dicho marco sea definido y entre en vigor, los desarrolladores de Ethereum deberá adaptarse al mismo, teniendo en cuenta las especificidades de cada industria -algunos de estos sectores, como por ejemplo el financiero, presentan una presión regulatoria especialmente elevada.
Uno de los actores que deberá liderar la respuesta a este reto regulatorio es la Ethereum Foundation, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de la plataforma con la idea de lograr un Internet “globalmente más accesible, libre y digno de confianza”. En relación con este objetivo, cabe pensar que la potencial aparición de un ecosistema de empresas enfocadas al consumidor puede resultar ventajosa. Es lo que ocurrió en su día con Linux, un sistema operativo de código abierto aparecido a mediados de los 90, que se benefició de la adopción por parte de grandes corporaciones como IBM u Oracle, que acabrían formando parte de la Linux Foundation.
¿Cuál es el papel de la Ethereum Enterprise Alliance?
La Ethereum Enterprise Alliance está integrada por importantes empresas tanto del sector financiero como tecnológico, y una de sus premisas fundacionales es que la infraestructura sobre la que se levanta la industria financiera global está rota y debe ser reformada para adaptarse a una era hiperconectada.
El objetivo de la alianza, pues, sería sentar las bases de esa nueva infraestructura. Y para lograr una adopción generalizada de la misma, resulta imprescindible hablar con todo el mundo y hacer de Ethereum una realidad inclusiva. En este sentido, la enorme reputación y recursos de las empresas integrantes de la EEA son un activo de primer orden.
La EEA tiene 3 propósitos principales en relación con la red Ethereum:
Convertirse en un referente de gobernanza y estándares para las aplicaciones corporativas de Ethereum. La adaptación de los smart contracts para que funcionen en el marco de organizaciones corporativas requiere permisos y niveles de acceso para entidades dispares. Por ello, uno de los objetivos de la alianza es diseñar marcos de trabajo para una gobernanza de alcance sectorial y una implementación de los smart contracts que tenga en cuenta las sugerencias de los miembros. De esta forma, se facilitará la migración de las transacciones del mundo real a una blockchain.
Mantener la compatibilidad con la red pública de Ethereum e incrementar su adopción. Si los smart contracts de dicha plataforma desarrollan de forma efectiva todo su potencial en el ámbito corporativo y transforman la manera en que realizamos transacciones, resultará imprescindible incluir contribuciones de un conjunto diverso de participantes. La alianza pretende incorporar nuevas funcionalidades partiendo de casos de uso desarrollados de forma interna, contribuyendo de esta forma a la hoja de ruta de la plataforma.
Por último, asegurar una rápida innovación técnica y unos procesos de gobernanza de carácter corporativo. Un marco de trabajo que resulte familiar y una estandarización de los requisitos técnicos despejarán el camino para aquellos desarrolladores interesados en emprender en el ecosistema Ethereum.
Asimismo, Ethereum podría beneficiarse de la experiencia de todos aquellos miembros de la alianza acostumbrados a lidiar con entes reguladores y organismos gubernamentales. La mayoría de start-ups necesitan trabajar en entornos que establezcan pocas trabas a la innovación y les permitan escalar con el tiempo sus operaciones, por eso resultan de gran utilidad las estrategias desarrolladas por empresas ya consolidadas para adaptarse a los obstáculos regulatorios.
Hyperledger y la Enterprise Ethereum Alliance unen fuerzas

A finales de 2018, la EEA firmaría una acuerdo de colaboración con otro de los principales consorcios de tecnología blockchain corporativa, Hyperledger -una organización que se inspiraría en la estructura y trayectoria de la Linux Foundation.
El objetivo del acuerdo no sería otro que crear estándares comunes entre ambas plataformas. La ausencia de estándares es un grave problema para la adopción corporativa de nuevas tecnologías, ya que en general las empresas son conservadoras, y prefieren esperar a ver qué entornos de desarrollo se consolidan antes de dar cualquier paso -de lo contrario, podría darse la paradoja de adoptar una tecnología enfocada a acabar con la "compartimentación" informativa, y acabar generando "silos" entre distintas blockchains incapaces de comunicarse entre sí. Gracias a este acuerdo, las más de 270 organizaciones que forman parte de Hyperledger podrían empezar a interactuar con los smart contracts -y tokens- de la red pública de Ethereum.
La trayectoria precedente de ambas organizaciones apuntaba a cierto grado de convergencia, por lo que la firma del acuerdo no sería más que la formalización de un proceso que ya llevaba tiempo en marcha.
La labor de ambos consorcios es complementaria: mientras Hyperledger se ha centrado en desarrollos de software de tipo blockchain de código abierto, adaptados a entornos empresariales específicos; la EEA se ha convertido en un fijador de estándares -cuyo objetivo es facilitar la interoperabilidad entre las redes blockchain permisionadas que una primera etapa presumiblemente adoptarán la mayoría de empresas, y la mainnet pública de Ethereum.
Prueba de esta tendencia, sería la adopción ese mismo año de la EVM de Ethereum como procesador de transacciones en Sawtooth -una blockchain permisionada desarrollada entre Hyperledger e Intel. Y poco después se planearía replicar la jugada con Fabric -el protocolo insignia de Hyperledger.
Hyperledger Besu
En septiembre de 2019, en la Conferencia Sibos de Londres, Hyperledger anunciaría a su comunidad global de miembros la aprobación del quinceavo proyecto del consorcio: Hyperledger Besu, el primer cliente capaz de operar en una blockchain pública, y que sería fruto del acuerdo de colaboración firmado un año antes con la Ethereum Enterprise Alliance.
Hyperledger Besu -anteriormente llamado Pantheon- es un cliente de Ethereum desarrollado por Consensys, basado en el lenguaje Java y con una arquitectura limpia y modular. Se puede ejecutar en la red pública de Ethereum, pero también en versiones permisionadas y testnets. Entre los algoritmos de consenso que admite figuran Proof of Work, Proof of Authority y Istanbul Byzantine Fault Tolerant.
Besu adopta la especificación técnica de la EEA, un estándar diseñado para crear interfaces comunes entre distintos proyectos de Ethereum -tanto de código abierto como de código cerrado-, con funcionalidades específicamente concebidas para ámbito corporativo, y cuyo objetivo es evitar la proliferación de "silos" informativos que impidan la comunicación entre blockchains.
El objetivo de Besu -un cliente es el software que implementa un protocolo concreto- es ayudar a las empresas a adoptar y configurar Ethereum para atender sus necesidades de negocio. Besu también facilita a otros proyectos de Hyperledger, a través de la integración y uso de elementos de su código base, el acceso a algunas de la ventajas de la red pública de Ethereum.
Aunque Ethereum se encuentra todavía en etapa de desarrollo -el proceso de transición a Proof of Stake/Eth 2.0 se calcula que no concluirá hasta 2022-, expertos como John Wolpert -Consensys, IBM, Hyperledger- y Paul Brody -Ernst Young- consideran que el futuro de la tecnología blockchain corporativa pasa por las redes públicas. En el marco de este proceso que idealmente debería conducir a una adopción masiva de la tecnología en entornos empresariales, Hyperledger Besu -el primer fruto de la alianza entre Hyperledger y la Ethereum Enterprise Alliance- constituye un importante hito.